HOW TO DRESS LIKE CARRIE BRADSHAW

Por Laura Martínez

HOW TO DRESS LIKE CARRIE BRADSHAW EN "TOTS A LA TAULA"

En Los Felices, queremos homenajear el legado de Carrie Bradshaw, acercándote a su universo fashion con este recap de algunos de sus icónicos looks y cómo recrear su estilo con prendas de ‘Tots a la Taula’ el proyecto itinerante de moda upcycling y piezas vintage de firma, liderado por las it girls María Carreté y Ana Fort. Acércate a descubrir todo el archivo de piezas increíbles en nuestra boutique y aprende a vestir como la auténtica Carrie.

CARRIE BRADSHAW: EL ADIÓS DEFINITIVO AL ICONO FASHION DE LA GENERACIÓN MILLENNIAL

Cuando Sex and the City bajó el telón en 2004, sentí que también lo hacía una parte de mí. Después vinieron las películas —una más digerible que la otra— y una especie de secuela que prefiero olvidar (porque, seamos sinceras, ¿Quién necesitaba ese despropósito llamado ‘And Just Like That?’). Pero Carrie Bradshaw, Samantha Jones, Miranda Hobbes y Charlotte York, no necesitaban otra oportunidad. Ya eran eternas.

Yo quería ser como Carrie. Quería usar el horno como zapatero y desayunar cereales frente al ordenador mientras escribía sobre los desastres de mi vida sentimental. Quería salir a tener citas surrealistas y reírme después con mis amigas, Cosmopolitan en mano, y transformar cada drama en una columna que parecía escrita para todas. Y, sobre todo, quería vestirme como ella: con tutús en Broadway, con camisetas viejas de ligues y tacones, con vestidos imposibles de Cavalli, Dolce Gabanna, Oscar de la Renta o Vivienne Westwood, que en su cuerpo parecían caídos del cielo. Quería un baguette de Fendi en todas las formas y colores y, por supuesto, mis Manolos. Porque si algo aprendimos es que los icónicos Manolos diseñados por Manolo Blahnik, pasaron de ser simples zapatos a ser objetos de culto gracias a Carrie. Ella los llevaba con todo: vaqueros, vestidos, faldas de tul, incluso en pijama. Y de repente, yo tampoco podía imaginar salir de casa sin mis Manolos, aunque fueran una versión barata de Zara.

Y entonces I couldn’t help but wonder: ¿qué hace de Carrie un personaje tan magnético? Quizá que es perfecta en su imperfección. Cercana y exagerada, brillante y caótica, leal y un poco egoísta, divertida y dramática y absolutamente fabulosa. La amamos y la odiamos en partes iguales, pero siempre somos capaces de vernos reflejadas en ella. Porque a veces solo necesitas a tus amigas después de un Mister Big o un Jack Berger y a veces, un par de zapatos nuevos con los que elevarte unos centímetros por encima del drama, son mejor terapia que cualquier psicoanálisis.

Carrie Bradshaw nos enseñó que la soltería no es una condena, sino una aventura. Que la amistad puede ser la gran historia de amor de tu vida. Que la moda es un lenguaje, incluso cuando lo hablas en tul y lentejuelas. Y que sí, a veces lo que de verdad necesitamos no es el amor verdadero, sino un buen par de tacones con los que pisar fuerte el escenario de nuestras vidas.

Así que, aunque la televisión haya preferido exprimir la historia, yo me quedo con aquella Carrie que caminaba por Manhattan con sus Manolos, un Cosmopolitan en la mano y la certeza de que podía convertir cualquier fracaso amoroso en un texto brillante. Carrie Bradshaw tal vez haya dicho adiós en la pantalla, pero en nuestros corazones —y en nuestros armarios— seguirá eternamente de moda.

Look By Tots a la Taula