BEYOND THE LOBBY - BREEZE BLOCKS

BREEZE BLOCKS

By Jon @whereismyhotel

Los breeze blocks surgieron como una solución creativa para mantener frescos los edificios antes de la popularización del aire acondicionado. Su uso se expandió rápidamente durante las décadas de 1950 y 1960, alcanzando especial popularidad en Palm Springs, donde complementaron a la perfección el auge del diseño modernista.

Aunque estas celosías de cemento tienen raíces en tradiciones constructivas de Asia, Medio Oriente e India, su versión moderna se consolidó gracias a Frank Lloyd Wright, verdadero pionero en emplear estos bloques de manera decorativa. En los años 20, Wright desarrolló lo que llamó Textile Blocks, aplicándolos en sus obras para promover principios de arquitectura basados en materiales locales y sensibles al clima. Algunos ejemplos emblemáticos de esta técnica son la Storer House de estilo neomayista (1922) y el Arizona Biltmore Hotel & Resort (1928).

Inspirados en estas ideas, los fabricantes comenzaron a crear cientos de modelos distintos, comercializándolos bajo nombres sofisticados. Así, los breeze blocks pasaron a formar parte de proyectos icónicos como el Hotel Parker, con su fachada de diseño Vista Vue, o desarrollos residenciales como Sandpiper de William Krisel y el Racquet Club de William F. Cody.

En Ibiza, donde es común verlos ornamentando muros de zonas residenciales, también aparecen en el hotel Los Felices, donde se emplean varios modelos —como Vista Vue o Sunflower— en las celosías de las villas o en los suelos de las piscinas, en clara inspiración con la arquitectura de Palm Springs. Demostrando la versatilidad de estos diseños, en el hotel también se integraron en los cabeceros de las camas y en la recepción con el modelo Atomic, prueba de que hace tiempo su uso dejó de limitarse exclusivamente a exteriores.

Actualmente, existen más de 200 diseños de breeze blocks, que, con el tiempo, también conquistaron países como Australia y Brasil. Y es que su juego de relieves, luz y estética kitsch los hace irresistiblemente llamativos, acercando a cada espacio a realidades distintas según la época y el lugar en que se utilicen.